jueves, noviembre 09, 2006

Crítica: "Almacenados"

Más de un año cosechando aplausos. Y no es para menos: José Sacristán reapareció la temporada pasada en la piel de un 'dignificado por el trabajo'.

Este inteligente texto de David Desola nos ofrece argumentos sólidos que echan por tierra las consignas lanzadas por los más altos mandatarios de los sistemas capitalista y comunista. Muchos trabajos están vacíos de contenido, y el autor lo pretende materializar por medio de la historia de "Almacenados": cinco intensas jornadas en la relación entre un encargado de almacén a punto de jubilarse y el joven destinado a sustituirle.

El eterno dilema: veteranía frente a juventud pujante. Para colmo de males, las manecillas del reloj dictan nuestro desasosiego ante la interminable espera y ante la nada. ¿Qué podemos esperar de un texto que toma de forma acertada algunos flecos del "Esperando a Godot" de Samuel Beckett? Los nuestros aguardan la llegada del camión que revolucionará algunas horas de una triste y aburrida jornada. Ayuda la fría y convincente escenografía de Jon Berrondo y las acertadas las transiciones entre escenas, una por día de la semana lo que nos hace atisbar el viernes.

Reconocemos en Sacristán al discípulo de los grandes del siglo XX, al compañero de generación de Charo López, Joan Crosas, Juan Diego, José Luis Gómez y Nuria Espert, y al maestro de los de nueva hornada. Y el joven Carlos Santos, que lo es, tiene mucha experiencia sobre las tablas a las órdenes de Gustavo Tambascio, Sergi Belbel, Mauricio Scaparro y José Tamayo. Una pareja que da satisfacciones parecidas a las de Luisa Martín y Silvia Abascal en "Historia de una vida", aunque aquí las enseñanzas, las contenidas en el texto, provengan del menor de los sujetos.

Al director Juan José Afonso le surgió la duda nada más leerla: ¿comedia o tragedia? Quienes la hemos visto podemos responder: a nuestro parecer, la vida misma. A sus 34 años, Desola demuestra cómo sacar ironía del árbol que está a punto de caer, y confiere al tiempo el honor del protagonismo, un tercero en discordia, ese tiempo que una vez pasado nos hará degustar aún más el caramelo de "Almacenados".

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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