viernes, febrero 16, 2007

Crítica: Closer

Director: Mariano Barroso
Intérpretes: Belén Rueda, José Luis García Pérez, Sergio Mur y Lidia Navarro

Le damos un 8

Mentira. Todo lo que ocurre sobre el escenario es mentira. Pero nosotros, como ilusos que somos, nos lo creemos: los actores se aprovechan de nosotros, también el director.

Nos cuentan cosas que nos desagradan –soledad, incapacidad para amar, deseos soterrados, incomunicación- y aún así consiguen emocionarnos, hacernos pensar, reír... Han ganado su apuesta porque te acabas creyendo el cuento: lo dicho, Closer es un engaño, así que le damos un notable alto, casi sobresaliente.

Vamos al teatro para que nos mientan y Mariano Barroso lo hace, nos hace creer que somos testigos, mirones de excepción de los números de circo emocional que orquesta a partir de sus fieras, un par de criaturas que parecen nacidas sobre los escenarios y otras dos que se adaptan bastante bien a la vida en cautividad.

Empecemos por la mención de honor: nunca lo de "animal de escena" ha tenido tanto valor. Después de sus interesantes coqueteos con el cine era obligado que alguien devolviese a José Luis García Pérez a los escenarios –aunque nunca se fue-. Es un prodigio de la interpretación capaz de parecer el tipo depravado, el amigo más leal y el tonto enamorado que se resigna ante su suerte, y todo en cuestión de segundos. En la función se alcanzan altas cotas de desgarro emocional y la mayoría están protagonizadas por él: articula todo el ritmo del montaje al echar lazos a los demás.

Imagino cuántos habrán ido al Lara a ver a Belén Rueda en su estreno sobre las tablas. Son los mismos que ya han aplacado su curiosidad y recomiendan la función, eso seguro. Cuando un actor sabe mentir, hace más grande su texto y en el caso de estos dos, construyen una ficción ligeramente amarrada a referentes obvios –la cinta de Mike Nichols, adaptación de la obra original- y repleta de guiños tan viscerales que sólo pueden salir desde muy dentro. Los chicos por su parte son muy buenos actores, precisos y convincentes, pero a mi parecer anclan sus interpretaciones en los personajes de la cinta y a veces veía dos copias de Jude Law y Natalie Portman.

El teatro, gracias a que está en permanente crisis desde su nacimiento, debe beber de otros medios y Barroso aprovecha su vis audiovisual para enriquecer el texto de Patrick Marber. Soluciona idas al pasado, miradas separadas por la distancia temporal y situaciones paralelas en planos diferentes. Y como es inteligente sabe apoyarse en las proyecciones, la iluminación, la acertada y sobria escenografía, la música, compilación de José Padilla (El sueño de Ibiza). Su ánimo es el de sugerir de manera sutil, penetrar en la obra sin machacar la verdadera materia prima del montaje: los actores.

En el ojo del creador certero se vislumbra su experiencia como domador-ilusionista-maestro de ceremonias, puesta en práctica en su cine personal (Éxtasis, Los lobos de Washington) y en el circo que montó para exponer a Pere Ponce, Vicente Díaz, Ana Duato y María Pujalte en El hombre elefante. Recuerdo una representación en el Cervantes de Málaga y por momentos pensé que la mitificaba. Sé que con el tiempo me ocurrirá igual con este Closer, que reúne a algunos fenómenos en el arte de la trampa consentida por nosotros.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El teatro Lara sigue siendo encantador, su ambiente decrépito crea una atmósfera especial, Belén Rueda está espléndida. En cuanto al bar “Club Lara” está bien para tomar una copa, pero que A NADIE SE LE PASE POR LA CABEZA CENAR en ese restaurante! La carta publicada en su página web es muy apetecible, pero la carta que realmente te presentan en la mesa nada tiene que ver, parece un menú infantil: pizza, empanadillas y ensalada. Nada mas! Ni carta de vinos, sólo un blanco alemán a temperatura ambiente. Atiende las mesas una chica que corre literalmente entre las mesas, desde donde se puede escuchar perfectamente las voces del cocinero contando lo que ha hecho por la mañana. Nada de atmósfera relajada, un suplicio!
Un engaño para un apasionado del teatro y la buena mesa.

Anónimo dijo...

He visto la obra este fin de semana en Sevilla, teatro Lope de Vega. Precioso marco, para una obra que me dejo anonadado. No sabia de que iba, ni siquiera sabia q en ella interpretaba Belen Rueda a uno de los personajes. Totalmente de acuerdo con la critica. Don Jose Luis, me dejo profundamente sobrcogido por toda su actuacion. Me hizo reir muchisimo y me puso los pelos de punta tb. Sin duda el mejor de los 4, aunq el nivel en general es muy alto. Mencion especial a la escena del chat y a la de la ruptura. Magnificas